HACIA UNA CONTRATACIÓN PÚBLICA ELECTRÓNICA: EL USO DEL DOCUMENTO EUROPEO ÚNICO DE CONTRATACIÓN
La modernización de las Administraciones públicas es una de las prioridades clave para el éxito de la Estrategia Europa 2020 que apuesta por un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. La implantación de servicios digitales para los ciudadanos y las empresas en toda Europa tiene una repercusión directa sobre el entorno económico –en cuanto al ahorro de costes – y, por ello, se considera crucial para estimular la productividad y la competitividad. La contratación pública es uno de los ámbitos que implica una proporción considerable de la actividad económica en la Unión Europea y el objetivo de lograr una contratación pública electrónica ha sido una constante desde el año 2004. Con las nuevas Directivas sobre contratación pública se renueva esta apuesta haciendo obligatoria la gestión de documentos electrónicos que ayuden a reducir la carga burocrática asociada a las licitaciones públicas. El objetivo final es una contratación pública electrónica «de extremo a extremo» en la que todas las fases del procedimiento, desde la notificación hasta el pago, se lleven a cabo de forma automatizada por medios electrónicos. Uno de los instrumentos que contribuyen a ello es el Documento Europeo Único de Contratación.